Los ciclos naturales y la actividad humana pueden hacer que los cursos de agua sean más propicios para la proliferación de algas nocivas y otros organismos. El aumento de las temperaturas provocado por las corrientes oceánicas o un clima inusualmente cálido, y la adición de nutrientes al agua aumentan la probabilidad de una «proliferación de algas» explosiva.

Algunas algas liberan toxinas que pueden dañar a los seres humanos o a la vida acuática, y cuando estas algas florecen, el fenómeno se denomina floración de algas nocivas (FAN). Algunas FAN no están causadas por algas, sino por fitoplancton u otros organismos. La infame «marea roja» está causada por las cianobacterias.

Las floraciones de algas también pueden causar zonas muertas, ya que cuando la floración termina, las algas se hunden hasta el fondo, donde las bacterias descomponen las algas muertas. Ese proceso absorbe el oxígeno del agua, creando «zonas muertas» anóxicas que matan o expulsan a toda la vida que respira oxígeno.

Floraciones de algas nocivas y acuicultura

Las proliferaciones de algas nocivas no sólo son tóxicas para los seres humanos y los animales, sino que también son motivo de gran preocupación para la industria acuícola. En 2016, una marea roja en Chile mató a más de 23 millones de salmones y costó a los piscicultores hasta 800 millones de dólares.

Las FAN también pueden afectar a la pesca salvaje. La proliferación de algas en la costa oeste de Estados Unidos libera ácido domoico tóxico que puede afectar a cangrejos, mejillones y otros mariscos, haciéndolos peligrosos para el consumo.

Se prevé que la proliferación de algas aumente en todo el mundo debido al aumento de la temperatura del agua provocado por el calentamiento global y el incremento de la actividad agrícola, que causa más escorrentía de nutrientes. Prevenir las FAN y adaptarse a ellas será una lucha continua.

¿Cómo se vigilan y previenen las proliferaciones de algas?

Predecir cuándo se producirá una FAN es difícil e incluye una combinación de vigilancia por satélite y vigilancia in situ. La alerta precoz de la aparición de FAN es clave para los acuicultores. Cuanto antes se entere un agricultor de una posible proliferación de algas, antes podrá tomar medidas para mitigar el problema y salvar más peces.

El control constante de las condiciones del agua dentro de los corrales es vital. El seguimiento de las condiciones regionales también es importante para reconocer el comienzo de una FAN o de una zona muerta. Las temperaturas más cálidas de lo habitual, por ejemplo, pueden favorecer la floración. Un descenso del oxígeno disuelto (OD) en la región podría ser una señal de que se está desarrollando una zona muerta.Los sensores de calidad que ofrecen un seguimiento fiable y continuo de las condiciones de los corrales de peces son de vital importancia. Aquasend se basa en 30 años de tecnología de sensores para ofrecerle los sistemas de supervisión más innovadores y de mayor calidad. Descubra cómo promovemos una mejor gestión de la acuicultura.